En la actualidad, ya no es raro que los atletas sigan compitiendo al más alto nivel hasta los 30 y 40 años, incluso en deportes de alto impacto como el fútbol y el baloncesto.
Según la revista Sports Illustrated, en 1982, la NBA solo tenía un jugador de 35 años o más. Para 2020, ya eran dieciséis — una tendencia al alza en la mayoría de los deportes.
Entre lista de estos jugadores mayores, a menudo se encuentran los nombres más reconocidos del mundo del deporte, como LeBron James, Tom Brady, Tiger Woods, Roger Federer y otros.
LeBron James, uno de los mejores basquetbolistas de todos los tiempos, todavía sigue liderando la liga a los 37 años. Después de cancelar su retiro a principios de este año, Tom Brady volvió a recuperar el título como el jugador activo de mayor edad en la NFL a los 45 años. Woods celebró su regreso en 2018 y aseguró su victoria número 80 en el PGA Tour a los 42 años. ¿Se da cuenta?
Que estos legendarios atletas todavía se mantienen en la cima de su rendimiento, aparentemente desafiando la pérdida de fuerza muscular relacionada con el paso del tiempo, el aumento del riesgo de lesiones y el desgaste producto de décadas de competencia, no es realmente un secreto.
Hay que tener en cuenta que estos atletas disfrutan de las herramientas más avanzadas (y costosas) y la mejor tecnología de recuperación del mundo…
Y aunque la mayoría de nosotros no tiene acceso a esos recursos, podemos aprender un par de cosas de ellos e introducirlas a nuestro estilo de vida.
Para hacernos una idea de cómo estos atletas mayores conservar su máximo rendimiento, hemos seleccionado algunos de ellos para observar de cerca sus técnicas de recuperación tras el entrenamiento y la competencia.
Comencemos con uno de los mejores, el Rey, LeBron James.
En una entrevista del año 2019 con la revista GQ, el entrenador de LeBron’s, Mike Mancias, dio a conocer algunos detalles sobre su rutina de recuperación.
Elementos como el estiramiento y el entrenamiento de la flexibilidad, incluso algunos ejercicios de yoga, son aspectos básicos de su programa de recuperación, así como la práctica diaria de la meditación para «[repasar] el día y prepararse para el siguiente».
También suele usar una cámara hiperbárica. Se trata de un espacio cerrado donde se aumenta la presión interna del aire. Durante una sesión (de aproximadamente una hora y media), los pulmones absorben más oxígeno debido al efecto de la presión del aire aumentada, lo que ayuda al organismo a eliminar residuos, mejorar la capacidad mental, etc.
Además, la revista Sports Illustrated reveló que regularmente pasa tiempo en bañeras de agua caliente y fría que tiene instaladas en su casa.
Para mantener un alto rendimiento y bajo riesgo de lesiones ya entrados los cuarenta, Tom Brady practica un concepto de ejercicio llamado «pliability» antes y después de cada sesión de entrenamiento.
Según lo explica el propio Brady, el trabajo de «pliability» sirve para mantener los músculos flexibles y menos rígidos en lugar de densos y duros, lo que es decisivo a la hora de mantenerse activo en la edad madura.
La práctica regular de la meditación trascendental ayuda a mejorar su estado mental, y otras aplicaciones especiales para el entrenamiento mental contribuyen a mantener su mente despierta.
Además, el descanso nocturno es primordial para Brady. Se acuesta siempre a las 8:30 h, y 30 minutos antes apaga todos los dispositivos electrónicos. La temperatura durante toda la noche oscila entre los 60 y 65 grados Fahrenheit y la cama está cubierta con espuma viscoelástica de alta calidad, que aporta máxima comodidad.
A las 5:30 de la mañana ya está de pie y listo para los retos del día.
Al igual que LeBron, Federer también apuesta por la cámara hiperbárica; y es tanto que se compró una propia, que seguro usará religiosamente.
Duerme entre diez y doce horas en una habitación completamente oscura para aprovechar al máximo cada segundo.
Federer, de 41 años, se encuentra en proceso de recuperación de una cirugía menor de rodilla y se ha propuesto volver a competir lo antes posible.
Lesley Paterson (41) lleva más de una década ocupando los primeros puestos en el mundo de la resistencia extrema. Ganadora de cinco campeonatos mundiales, Paterson sabe de las exigencias físicas y mentales de las competiciones de alto nivel.
En su condición de atleta de resistencia, dedica entre seis y siete horas diarias al entrenamiento físico, con un programa que requiere una rutina de recuperación extremadamente equilibrada.
Empieza el día con una sesión de estiramientos, combinada con una actividad de atención plena. Después del entrenamiento, vuelve a realizar ejercicios de estiramiento y usa el rodillo de espuma antes de dedicarse a otras cosas.
Pero mientras disfruta de los beneficios del rodillo de espuma, su herramienta de recuperación preferida es la terapia BEMER. BEMER utiliza una señal de campo electromagnético pulsado (PEMF) para estimular de forma segura los músculos sanos, a fin de aumentar el flujo sanguíneo local, el suministro de oxígeno y la eliminación de dióxido de carbono.
Las sesiones diarias de BEMER (solo ocho minutos, dos veces al día) ayudan a Paterson a soportar una elevada carga de entrenamiento, mantener sus músculos relajados y obtener el chute de energía que tanto necesita. Esta ganancia en materia de salud, rendimiento y recuperación le permite mantenerse al máximo de su condición a los 41 años.
Aunque no contemos con los dones genéticos y las décadas de experiencia deportiva de estos atletas de alto nivel, podemos tratar de emular sus rutinas de entrenamiento físico y recuperación y desarrollar hábitos saludables que funcionen para cada uno de nosotros.
Como hemos visto, casi todos los atletas mencionados realizan algún tipo de ejercicio diario de atención plena.
Está demostrado que actividades como la meditación y la atención plena mejoran la salud mental, la cognición y el rendimiento. ¿Y lo mejor de todo?
¡Es totalmente gratis!
El entrenamiento de la flexibilidad es esencial para atletas de edades avanzadas.
Al igual que las actividades de atención plena, esta práctica también se puede introducir fácilmente en la rutina diaria y sus beneficios van más allá del rendimiento deportivo.
¡Duerme como un lirón!
Todos estos deportistas de alto rendimiento otorgan gran importancia a la calidad y cantidad del sueño.
Apagar los dispositivos electrónicos una o media hora antes de acostarse puede ayudar a relajar la mente y ayudar a conciliar al sueño. Entonces, ¡cuanto más oscura esté la habitación, mejor!
Las cámaras hiperbáricas no son una opción económica para el atleta normal, pero existen otras herramientas de recuperación que podemos usar en aras de mejorar nuestra salud y rendimiento.
Métodos como el rodillo de espuma, la terapia térmica (saunas, jacuzzis) y la terapia de frío (baños de hielo, crioterapia) son opciones más viables.
Y eso sin mencionar la terapia BEMER, la herramienta favorita de Lesley Paterson, una tecnología de última generación para la recuperación y mejoramiento del rendimiento, fácil de usar e indicada para atletas de todas las edades, incluidos aquellos que desean prolongar sus carreras competitivas el mayor tiempo posible.
Pero sobre todo, mantenerse activo a medida que envejecemos requiere encontrar la estrategias de recuperación que mejor funcionen para el cuerpo…
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