30 de JUNIO de 2020
Aunque la popularidad de la terapia de campo electromagnético pulsado (PEMF) solo aumenta constantemente desde hace unos años, la investigación científica de esta tecnología lleva realizándose por más de dos décadas. Mientras que la tecnología ha estado ganando fuerza y logrando un uso cada vez más amplio, el mecanismo tras la terapia y los dispositivos usados puede resultar un tanto esotérico a primera vista.
Para empezar, es importante señalar que toda la energía en el interior del cuerpo es de naturaleza electromagnética. Ningún proceso efectuado dentro del cuerpo es posible sin que se produzca un intercambio electromagnético entre células. Estas señales eléctricas hacen posible, por ejemplo, que los electrocardiogramas y los electroencefalogramas nos proporcionen información sobre la actividad electromagnética en el corazón y el cerebro, respectivamente.
Para desmitificar la tecnología PEMF, hemos decidido responder a las preguntas e inquietudes más frecuentes acerca de este tratamiento y del enfoque único de BEMER en relación con estos sistemas.
¿Qué hace la terapia PEMF?
La terapia PEMF ofrece varios beneficios, pero el foco principal de BEMER está puesto en ayudar a obtener una circulación sanguínea saludable a nivel microcirculatorio. Alrededor de un 75% de los vasos sanguíneos del cuerpo son microvasos, tales como arteriolas, capilares y vénulas. Esta vasculatura es esencial para el transporte de oxígeno, nutrientes y desecho metabólico hacia y desde los tejidos a nivel celular.
Este proceso se denomina respiración celular. Los glóbulos rojos suministran oxígeno y nutrientes y transportan dióxido de carbono y desecho metabólico para su eliminación o reciclaje. Este proceso es la base de cada mecanismo, sistema y órgano que funciona en el interior del cuerpo: sin un riego sanguíneo saludable, la mitad de los sistemas corporales sufren.
Lo que los dispositivos PEMF de BEMER hacen es aumentar temporalmente la circulación sanguínea local en músculos sanos a nivel microcirculatorio, usando la señal BEMER patentada de pulsos electromagnéticos. Estas ondas se han afinado cuidadosamente en consonancia con los ritmos de bombeo de sangre naturales del cuerpo humano para estimular la actividad eléctrica en los tejidos musculares.
¿Es segura la terapia PEMF?
El objetivo de cada terapia es, en primer lugar, no dañar y respaldar la habilidad natural del cuerpo para curarse por sí solo. La tecnología PEMF emplea ondas de baja frecuencia similares a las que los procesos corporales generan de forma natural. En el espectro electromagnético, la radiación se divide en dos tipos (ionizante y no ionizante), clasificados según su capacidad para ionizar átomos y perturbar enlaces químicos. Las frecuencias empleadas por el tratamiento PEMF se hallan en el polo opuesto del espectro de la radiación ionizante, como la emitida por los rayos X o los rayos gamma. De hecho, las ondas usadas por los dispositivos BEMER están incluso por debajo del espectro de emisión de un enrutador wifi de uso doméstico.
Los dispositivos BEMER incluso han sido certificados por la FDA como dispositivos médicos de consumo de clase II, uno de los primeros certificados de este tipo para dispositivos PEMF. A esto hay que añadir que existen numerosos estudios catalogados en www.PubMed.gov no solo sobre la seguridad de estos tratamientos, sino también sobre los efectos positivos que los pacientes han experimentado como resultado de su uso.
¿Tiene la terapia PEMF beneficios en otras áreas distintas a la de la circulación sanguínea?
Esta pregunta tiene conexiones interesantes, ya que una buena circulación de la sangre está enlazada estrechamente con otras funciones y sistemas corporales. En primer lugar, uno de los beneficios del tratamiento PEMF es la activación energética de las células individuales, lo que ayuda a las mitocondrias a producir ATP (adenosín trifosfato). El ATP regula el metabolismo celular mediante el transporte de energía química dentro de las células. Unos bajos niveles de ATP hacen que nuestras células enfermen y que su habilidad para recuperarse, regenerarse y/o funcionar adecuadamente se reduzca.
La suma de esto significa un mejor rendimiento a nivel celular en todos los sistemas del cuerpo, los cuales están todos enlazados con una sana circulación sanguínea. Para abordar ahora algunos de sus resultados tangibles, señalemos que una buena circulación sanguínea está asociada con una mejor forma física, mayores niveles de energía y vitalidad, mayor fuerza y resistencia, mejor rendimiento y acondicionamiento muscular y una sensación general de bienestar y relajación.
Para saber más acerca de los beneficios de la tecnología de tratamiento PEMF de BEMER y leer testimonios de médicos, investigadores independientes y entrenadores deportivos sobre la importancia de la microcirculación, puede hallar más información aquí.
BEMER USA LLC es uno de los líderes del campo de la microcirculación. BEMER Group North America, 1902 Wright Place, Suite 200, Carlsbad, CA 92008