Seamos honestos. El término superalimento tiene algo de pequeño truco de marketing.
En materia de nutrición, no hay alimentos naturales que ofrezcan efectos extraordinarios en comparación con otros. Los alimentos como frutas, verduras, frutos secos y legumbres son saludables a su manera.
Sin embargo, existen algunos que sobresalen de entre los demás: alimentos que tienen la reputación de potenciar la longevidad, combatir los problemas de salud relacionados con la edad e incluso ayudar a prevenir la aparición de las arrugas. Por tanto, no es sorprendente que estos «superalimentos» se incluyan comúnmente en las dietas de las personas más longevas del planeta.
Acompáñenos a descubrir el mundo de los alimentos que retrasan el envejecimiento y mejoran la salud, y compruebe lo fácil que es crear una dieta de longevidad.
No debería sorprendernos que los hábitos alimenticios que aumentan la longevidad sea un tema de interés para el mundo científico.
Un gran número de gerontólogos, bioquímicos e investigadores de todo el mundo se ha dedicado a desvelar los secretos de «la dieta de la longevidad».
Uno de esos científicos es el Dr. Valter Longo, profesor de gerontología y ciencias biológicas y director del Instituto de Longevidad de la University of Southern California, un centro líder en el mundo en la investigación sobre el envejecimiento y los problemas de salud relacionados con la edad.
El Dr. Longo ha dedicado su vida a desarrollar estrategias que ayuden a tener una vida más larga y saludable. Su trabajo ha sido galardonado con numerosos premios.
Tras una amplia investigación de muchos años, el Dr. Longo ha logrado desarrollar siete principios básicos que, si se combinan, forman la base de una dieta de longevidad efectiva. Este científico también escribió un libro en el que da a conocer su trabajo a nivel internacional.
Pero dado que este artículo se centra principalmente en los superalimentos con efecto antienvejecimiento, no profundizaremos en el contenido de cada principio, sino que destacaremos los alimentos específicos que recomienda el Dr. Longo. Estos se describen a continuación:
Evitar en lo posible la ingesta de azúcares agregados, ya que estos productos aportan poco o ningún valor nutricional y fomentan la aparición de diversos problemas de salud.
La lista anterior es el resultado de décadas de investigación científica, pero ¿cómo compararla con la dieta de los habitantes de las zonas azules, es decir, de las áreas con la mayor concentración de personas mayores de 100 años en el mundo?
Parece que estas tienen mucho en común.
Los residentes de las zonas azules, a menudo centenarios (más de 100 años) y supercentenarios (más de 110), llevan una dieta basada casi exclusivamente en alimentos de origen vegetal (95 a 100 %):
Comen carne (normalmente cerdo y pescado) solo cinco veces al mes en promedio y beben principalmente agua. Suelen tomar té, café y alcohol con moderación.
La ingesta de huevos y productos lácteos es limitada pero similar a la de la dieta de la longevidad del Dr. Longo. La población residente en las zonas azules todavía consume a veces productos derivados de la cabra y oveja, como yogur, leche agria y queso.
A pesar de las leves diferencias existentes entre estos hábitos alimenticios, no cabe duda de que una dieta integral, rica en ingredientes mínimamente procesados, frutas y verduras de temporada es la mejor garantía para tener una vida larga y saludable.
Ya hemos mencionado una gran cantidad de «superalimentos», pero todavía quedan algunos que vale la pena mencionar.
«Hay estudios que demuestran que, además de los alimentos ya mencionados (garbanzos, frijoles, brócoli, espinacas y nueces), existen muchos otros que están en la capacidad de:
«…mejorar la salud en general, estimular el sistema inmunológico, aumentar la producción de serotonina y otras hormonas, así como fomentar el buen funcionamiento de los diversos sistemas orgánicos del cuerpo humano, si se integran en una dieta equilibrada y se consumen con moderación y prudencia».
Entre estos superalimentos se encuentran:
Integrados en una dieta natural integral, estas frutas, verduras y bebidas antienvejecimiento pueden ayudar a combatir los cambios en la salud y el bienestar relacionados con el aumento de la edad.
Si desea agregar algo nuevo a su dieta pero no sabe por dónde empezar, pruebe alimentos o bebidas que se parezcan a aquellos que ya conoce.
Y evite introducir demasiados elementos nuevos de una vez. Procure incorporar uno o dos alimentos a la vez y conserve los que le gusten; los que no, sustitúyalos por otro superalimento.
¡Antes de que se haya dado cuenta, ya habrá creado su propia dieta de la longevidad!
Nota: consulte con su médico antes de comenzar cualquier plan dietético, de nutrición o entrenamiento físico.
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