Pues no solo lo que se suministra al cuerpo tiene influencia sobre la salud.
Más allá de la dieta y los suplementos alimenticios, existe una amplia oferta de tecnología de biohacking, que personas de todas las edades y niveles de actividad utilizan para recuperarse, desempeñarse mejor y aumentar la calidad de vida.
A continuación, presentaremos cinco de las tecnologías potenciadoras del bienestar más populares, que sirven como complemento perfecto para un estilo de vida saludable.
Echemos un vistazo…
Una terapia de compresión es algo así como un masaje con aire para sus músculos.
Por lo general, los dispositivos de compresión tienen la forma de botas y mangas, que aplican presión secuencial a los brazos y las piernas, y ayudan a mejorar la recuperación de varias maneras.
La sensación es similar a cuando nos colocan un manguito para medir la presión arterial alrededor del brazo o la pierna, solo que, en este caso, la presión se aplica dinámicamente hacia arriba y hacia abajo de las extremidades, para generar un efecto de masaje.
En función de sus necesidades corporales, es posible adaptar sus sesiones de terapia de compresión cambiando los niveles de presión, los modos, la duración de la sesión, etc.
Los fabricantes de productos de compresión aseguran que el uso regular de esta terapia, puede:
Como es de esperarse, con esta gama de beneficios de recuperación tan amplia, atletas de diferentes disciplinas han decidido aprovechar la terapia de compresión. Entre ellos se encuentran jugadores profesionales de baloncesto, fútbol, fútbol americano y béisbol, así como ciclistas, influencers de fitness y atletas de deportes de resistencia.
Es muy probable que, como conocedor del mundo de la tecnología de biohacking, haya oído hablar (o talvez ya haya probado) la crioterapia.
Este método de recuperación es bastante popular y se aplica exponiendo el cuerpo a temperaturas bajo cero o cercanas al punto de congelación durante varios minutos. Durante este proceso, el cuerpo es sometido a un «shock», que estimula la circulación e induce una respuesta antiinflamatoria.
Si alguna vez ha usado una compresa de hielo en un hematoma u otro tipo de lesión, ya ha usado la crioterapia a pequeña escala.
A una escala más amplia, la crioterapia se puede aplicar en todo el cuerpo de diversas maneras: o bien sumergiendo el cuerpo en agua fría, accediendo a una habitación con temperatura controlada o usando una criocápsula para aplicar frío extremo en todo el cuerpo, excepto en la cabeza.
Estudios sugieren que la crioterapia, específicamente la inmersión en agua fría, puede reducir la fatiga central, mermar la percepción del esfuerzo, mejorar la recuperación tras el ejercicio, incrementar el suministro de oxígeno a los músculos y potenciar el rendimiento físico.
De igual modo que la terapia de compresión, la crioterapia goza de gran popularidad en el mundo del atletismo. Deportistas destacados de todos los deportes y disciplinas la han introducido como un elemento básico en sus rutinas de recuperación.
Si alguna vez ha usado una almohadilla térmica, ha ido a la sauna o ha pasado quince minutos al aire libre en Florida durante el verano, ya conoce la termoterapia.
A diferencia de la crioterapia, este método de recuperación usa el calor para elevar la temperatura corporal y aumentar el flujo de sangre hacia los tejidos externos, lo que puede traducirse en varios beneficios para la salud. De hecho, el uso regular de baños de sauna se ha asociado con un mayor rendimiento, buena salud de las articulaciones, altos niveles de energía y calidad de vida.
La terapia térmica aplicada a todo el cuerpo es quizás la forma más sencilla de acceder a la tecnología de biohacking de nuestra lista, ya que muchos gimnasios tienen saunas y jacuzzis de uso libre para sus miembros, y algunos hogares y urbanizaciones también cuentan con jacuzzis.
Los factores antes mencionados hacen que la terapia térmica sea una forma fácilmente accesible de biohacking en su camino hacia una mejor salud.
La terapia de luz roja, infrarroja o de bajo nivel es un tratamiento de bienestar en que la piel se expone a luz de baja longitud de onda con el objetivo de obtener una dermis y un tejido muscular más sanos.
La idea detrás de esta terapia es que, al exponer la piel a la energía de la luz roja, las mitocondrias en las células de la piel absorben esta energía, lo que estimula la producción de trifosfato de adenosina o ATP (la «molécula de energía»).
Se supone que este aumento de la energía celular activa el flujo sanguíneo, mejora la función celular y potencia la reparación de tejidos. Todos estos beneficios pueden propiciar la curación y el rejuvenecimiento de la piel, generando un efecto antienvejecimiento.
También hay quienes argumentan que la terapia de luz roja puede tener efectos positivos sobre otros aspectos de la salud, incluido el sistema inmunitario, el control del peso, estados de malestar y mucho más.
Aunque algunos estudios avalan vagamente estas afirmaciones, todavía no existe evidencia clara de que la terapia de luz roja sea una forma segura de mejorar la salud cutánea y el bienestar general.
Si bien todas las tecnologías de biohacking que hemos presentado cuentan con investigaciones que respaldan sus resultados, pocas de ellas, si es que existe alguna, han superado un escrutinio científico tan intenso como BEMER.
La terapia BEMER usa una señal de campo electromagnético pulsado patentada (PEMF, por sus siglas en inglés) para estimular de forma segura los músculos sanos, y su tecnología de vanguardia ha demostrado su eficacia tras años de investigación científica de revisión paritaria.
Los estimuladores musculares BEMER se encargan de fomentar la buena circulación local, el suministro de oxígeno y la eliminación de dióxido de carbono. Estos tres aspectos tienen un impacto importante en el cuerpo.
En solo dos sesiones diarias de ocho minutos, la terapia BEMER está en capacidad de mejorar:
Con esta serie de beneficios tan impresionante, no es extraño que BEMER cuente hoy con una larga lista de embajadores de marca, incluidos futbolistas profesionales, golfistas, atletas de resistencia, ciclistas, deportistas de invierno e influencers.
Además, la gama de productos BEMER ofrece aplicadores para todo el cuerpo y aplicadores específicos, así como una mochila de viaje que facilita la instalación y el uso de los dispositivos en cualquier lugar que lo necesite.
En cuestiones de tecnología biohacking, BEMER destaca por su facilidad de uso, portabilidad y los resultados avalados científicamente.
BEMER no proporciona ningún consejo o servicio médico. Este dispositivo no está destinado para el diagnóstico, tratamiento, curación o prevención de ninguna enfermedad. No debe emplearse para ningún otro fin que no sea el descrito en el manual de uso. Consulte a su propio proveedor de atención médica si tiene algún problema médico.
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